lunes, 16 de septiembre de 2002

 ÁGUILA  

 aquila                                                   

  

Hemisferio: Norte

Ascensión recta: 19 h 30 ´

Declinación: + 02 º


Estrellas más brillantes: a Altair b Alashain,

g Tarazed

Objetos interesantes: NGC6790 Nebulosa planetaria

 

 Los Titanes eran dioses grandes que luchaban contra los dioses griegos del Olimpo y contra el propio Zeus, dios de los dioses. Prometeo, uno de los titanes no se opuso a Zeus durante la guerra. Después de que los Titanes fueran vencidos, se convirtió en el consejero de Zeus. Mientras le servía, se dio cuenta de que los humanos no tenían fuego, por lo que no sólo parecían de frío, sino que, además, no podían disfrutar de comida caliente. Sintió lástima de ellos, por lo que robó un rayo de sol, y lo escondió en un baúl de bambú que envió a la Tierra. Con este rayo de sol, la gente de la Tierra hizo fuego para calentar sus cuerpos. Zeus se enojó cuando vio que los humanos les habían dado fuego sin su permiso. Capturó a Prometeo y lo encadenó a una montaña en el Cáucaso, dónde debía permanecer para siempre sufriendo los ataques repetidos de su águila a su hígado (se creía entonces que el hígado era el centro de la vida). Después de cada ataque, a la noche, el hígado le renacía y al día siguiente el águila se volvía a comer el hígado de Prometeo. Así eternamente. Un día cuando el águila estaba a punto de picar en el vientre, Hércules, conmovido por el acto de bondad de Prometeo, y enfadado por lo que Zeus había hecho, disparó una de sus mágicas flechas al águila. El águila cayó gravemente herida. Zeus la sanó y la situó en los cielos de forma que pudiera seguir surcándolos.